Constantino Paz Gil
Fillo do músico Manuel Paz Ogando e de Josefa Gil e irmán dos músicos Manuel Paz Gil e Vicente Paz Gil, Constantino Paz Gil naceu en Cerdedo o 12 de outubro de 1858. Comezou na música no mundo tradicional da man do seu pai, do que aprendeu a tocar a gaita e o tamboril, e solfexo e música de banda co mestre Campio García Silva. Tiña aptitudes excepcionais tanto en solfexo como na interpretación dos instrumentos, sendo os seus favoritos o requinto e o bombardino.
Entre 1895 e 1905 comezou a dirixir a banda de Cerdedo, que ata entón estivera baixo a batuta de Campio García, durante unha morea de anos. É o director máis antiguo da banda de Cerdedo do que se ten constancia por testemuñas directas.
O músico Gervasio Bugallo (Cerdedo, 1904), dicía que Constantino sabía dirixir coa man, o que significa que non dirixía soamente con pequenos xestos ou con movementos do instrumento, como se facía habitualmente.
Constantino casou con Peregrina Cachafeiro, con quen tivo once fillos; dous deles chegaron saír a tocar coas bandas, José e David.
Faleceu o 20 de xullo de 1941, case vinte anos despois de retirarse da dirección da banda.
Bombardino
Requinto
Constantino Paz cos seus fillos Carmen e David (de pé), a sua nora María Iglesias e a súa neta Ermitas Paz (sentadas)
BANDA POPULAR DE CERDEDO
Banda de música de Cerdedo
Banda de música de Cerdedo
Hemeroteca
1917...
➔ 3 DE MAIO – EL PROGRESO – ANO XI NÚMERO 2224
El 1.º de Mayo
En Cerdedo
Con ejemplar entusiasmo y brillante esplendor ha celebrado este año la Fiesta del Trabajo la Sociedad de Agricultores de Cerdedo.
En el campo de la feria se reunieron las secciones de Quireza, Pedre, Tomonde, Castro y Figueroa a las diez de la mañana marchando en nutrida manifestación al lugar de la carretera conocido por la Fábrica para juntarse con los compañeros de las secciones de Folgoso y Parada.
Constituían éstas un inmenso contingente de asociados a los cuales se agregó, con la grata sorpresa que es de suponer, una representación de la Sociedad de Pardesoa con su bandera y otra de la de Sotelo de Montes en constitución, pertenecientes al Ayuntamiento de Forcarey. Para sumarse a la fiesta de sus compañeros de Cerdedo tuvieron que realizar esos entusiastas agrarios un viaje de varios kilómetros por carretera. Su sacrificio, bien comprendido por los cerdedenses, les valió las más vivas muestras de simpatía a su llegada.
La gente que a las once de la mañana se hallaba reunida en la Fábrica era en grandísimo número
Despuès que por encargo del presidente de la Sociedad de Cerdedo dió nuestro compañero Carbonell la bienvenida a los entusiastas amigos de Pardesoa y Sotelo, se organizó la manifestación en que figuraban las banderas du las sociedades de Cerdedo y Pardesoa, los estandartes de las ocho secciones del Ayuntamiento cerdedense y dos bandas de música dirigidas por don Francisco Cerdeira y D. Constantino Paz, que ejecutaron airosas marchas durante el trayecto.
Con la seriedad y compostura que caracterizan la actuación de aquellos infatigables luchadores desfiló la manifestación por el centro del pueblo hasta llegar al campo de la Feria donde llegó a las doce y se disolvió.
Muchas familias que se habían traído las viandas almorzaron en el frondoso robledal que se alza en el campo de la feria el cual con este motivo ofreció durante unas horas un aspecto de inusitada animación y alegría.
Abrió el acto el presidente de la Sociedad de Agricultores de Cerdedo Benigno Valiñas, y siguieron en el uso de la palabra Avelino Fraga, José Cachafeiro, José María Nieto, Severino Vea, el simpático médico D. José Cachafeiro Barreiro, Martín Ferreiro, Luciano García y nuestro compañero Carbonell.
Los oradores hicieron la historia de la fiesta que se estaba celebrando, atacaron al Caciquismo y preconizaron la necesidad de una unión entre los elementos productores para llegar a la realización de los ideales de justicia por que vienen luchando.
Dió una nota simpatiquísma al mitin la presencia de los ya anunciados representantes de Pardesoa y Sotelo y la de Severino Vea, que habló en representación de los agrarios de San Isidro de Montes, del Ayuntamiento del Campo. y que agradó extraordinariamente por cierto a la concurrencia por su forma de expresión cáustica y pintoresca.
Un fotógrafo cuyo nombre sentimos no recordar sacó algunas instantáneas del acto.
Terminado éste se organizó de nuevo la comitiva para ir a despedir a los forasteros en el lugar de la Fábrica. Allí dirigieron la palabra al público los compañeros Manuel Gamallo y Avelino Fraga, que fueron ambos muy aplaudidos.
Los amigos de Pardesoa y Sotelo fueron despedidos con las mayores muestras de afecto llevando el deseo de que pronto el agrarismo adquiera en Forcarey el desarrollo y la pujanza que reviste ya en Cerdedo.
Seguidamente la banda de música ejecutó algunos bailables que fueron aprovechados gustosamente por el elemento joven, de que formaban parte muchas y muy agraciadas mozas, para entregarse a un rato de solaz y esparcimiento, que por ciento, se tenían bien ganado.
Con esto quedó terminada la jornada que fué de lo más hermoso que imaginarse puede.